Logros por accidente (o por casualidad)

Cuatro días después de empezar el 2012, los amantes de la ciencia se levantaron con una grata sorpresa: el español Santi Trías descubre (fruto del azar), una forma de energía limpia y barata. Sin duda este catalán se suma a la lista de personas que han descubierto algo por accidente o por casualidad y mientras trasteaban con sus aparatos en busca de algo que mejorara nuestras vidas. Mucho tiempo perdido (o no) para que, sin querer, les salga algo novedoso. He aquí una lista de algunas cosas que han sido creados por estas circunstancias:

1. La penicilia: Corría el año 1928 cuando el doctor Fleming investigaba la gripe cuando se percató de que un moho azul – verdoso infectó sus bacterias Petri y mató una de las bacterias que cultivaba en él.
2. Rayos X:En 1896, el científico Conrad Roentgen descubrió la relación la relación entre los rayos catódicos que atraviesan el papel y los metales y la emulsión volcánica. Le pidió a su mujer que pusiese su mano sobre la placa de cristal que había creado. Se llevó una gran sorpresa cuando pudo ver, con nitidez las falanges de la mano.
3. Los fuegos artificiales: las fiestas de los pueblos y ciudades españolas no serían igual sin unos buenos fuegos artificiales. Algo que le debemos a un cocinero chino. Éste señor, hace 2000 años, empleó ácido sulfúrico, salitre y carbón para hacer una barbacoa al aire libre. Al juntar estos elementos se llevó una grata sorpresa.
4. El post it: sin duda sirve de gran ayuda a estudiantes, profesores, profesionales y demás personas a la hora de apuntar cosas para que no se nos olvide. En 1970, Spencer Silver estaba intentando descubrir un pegamento potente, pero lo único que consiguió fue este pequeño papelito adhesivo. De hecho, un amigo suyo empezó a utilizarlo como punto de lectura.
5. El microondas: Otro gran invento que nos ha facilitado nuestra vida. En 1946 hacía experimentos con un tubo magnetrón cuando se percató de que la chocolatina que llevaba consigo se había derretido. Haciendo la prueba con otros alimentos que había cerca se cercioró de que estos se podían calentar en pocos minutos por las ondas de baja densidad que emitía el cilindro.

Sin duda estos aparatos descubiertos por accidente (como algunos otros), han permitido que nuestras vidas hayan mejorado un poco más. Porque sin ellos, no podríamos saber qué nos habríamos roto, ni calentar algo en pocos minutos, o algunas enfermedades habrían tardado tiempo en curarse.