Un motivo para leer un libro

Como cada 23 de abril, se celebra el día del libro. El motivo es conmemorar la muerte de dos de los grandes escritores: Cervantes y Shakespeare en 1616. Ambos ocupan un lugar en la historia de la literatura por sus obras, siendo de gran importancia en España e Inglaterra. Y una forma de reconocer su gran contribución al mundo de la literatura es regalando un libro cada 23 de abril. Además, es una fecha idónea para que las editoriales saquen nuevos libros y los escritores promocionan su obra. Además, los aficionados a la lectura tienen la posibilidad de conseguir un autógrafo de sus autores favoritos.

La idea de celebrar el Día del libro surgió en 1930 y desde 1976 se entrega el Premio Cervantes que otorga el rey. Unos años antes, ésta efeméride se instituyó de manera oficial para aquellos países de habla castellana y portuguesa. Y en 1993, la entonces Comunidad Europea lo proclamó como Día Europeo del Libro. Dos años después, la UNESCO fijó la fecha para celebrar el Día Mundial del Libro.

A lo largo del día, todas las librerías sacan a la calle puestos para vender los libros y realizan un descuentos especiales, y las instituciones realizan conmemoraciones al respecto. Un ejemplo lo tenemos en Madrid: en el Círculo de Bellas Artes, todas las personalidades de la política e intelectuales, así como los estudiantes, aprovechan el día para realizar una cooperativa del Quijote, uno de los libros más importantes de la Literatura Universal. Esta lectura la suele iniciar el galardonado por el premio Cervantes.

En Cataluña: un libro y una rosa

En Cataluña hay una tradición muy curiosa que ya se ha extendido: cada 23 de abril, los hombres regalan una rosa a las mujeres y éstas les obsequian con un libro. El motivo de esta tradición se basa en la leyenda de San Jordi. Cuenta la historia que un dragón tenía atemorizados a los habitantes del reino y se optó por poner fin a ese afán de destrucción. El pacto de basaba en entregarle cada día una mujer al dragón. Hasta que el reino se quedó sin mujeres jóvenes.

La ‘suerte’ hizo que un día le tocara a la mujer del rey. Una vez abandonada en el lugar indicado, el pueblo se marchó por miedo a que el dragón les hiciera daño. Cuando iba a comerse a la mujer del rey, un caballero atacó al dragón y lo mató. De la herida salía mucha sangre que, cuando calló al suelo, se convirtió en rosas. San Jorge, el caballero que había luchado con el dragón, cogió una de ellas y se la regaló a la doncella. Desde entonces, cada 23 de abril, los hombres regalan a las mujeres una rosa.