Internet: un mundo por descubrir

Hasta hace poco tiempo, Internet se limitaba a cosas tan sencillas como mandar un correo, leer la prensa on line o realizar alguna que otra gestión. Pero ha sido con el boom de los blogs y las redes sociales cuando el ciberespacio ha dado un rumbo totalmente distinto al de antaño.

Hay que tener en cuenta que en sus inicios, Internet era algo muy estático: las páginas se actualizaban muy pocas veces y en el que no existía relación alguna entre el medio y el usuario salvo el hecho de que éste último la tenía agregada a sus favoritos.

Ahora se ha convertido en una nueva forma de comunicación con nuestro entorno: nuestros amigos pueden visitar nuestro perfil de Facebook o Tuenti, dos de las webs 2.0 más conocidas y utilizadas entre la población, e incluso una persona a la que no conozcamos de nada puede descubrir nuestro blog. Pero con la rapidez a la que van las cosas en Internet, las webs 2.0 se están quedando obsoletas y las 3.0 prometen entrar con fuerza.

Pero ¿qué son las webs 2.0 y 3.0? ¿Tienen algo en común o son cosas totalmente diferentes?

Por las webs 2.0 entendemos que es la representación de la evolución de las aplicaciones tradicionales hacia otras enfocadas al usuario final. Dicho de otro modo, consiste en que todos los usuarios puedan interactuar entre ellos. Lo que sí está claro es que ha conseguido revolucionar el concepto que se tenía de esta herramienta comunicativa, llegando a aportar numerosas soluciones a los internautas.

Aunque todavía es algo que no está muy definido, en estos momentos se asocia el término web 3.0 con el de web semántica. Ésta, promovida por Tim Berners-Lee, se apoya en lenguajes universales que permitirán a los usuarios encontrar respuestas a sus preguntas de una forma más rápida y sencilla a través de una información más definida. Con ella, los internautas tendrán la posibilidad de delegar tareas en el software que será capaz de procesar el contenido de la información, razonar con éste, combinarlo y realizar deducciones lógicas para resolver de forma automática problemas cotidianos. Es decir, que si estamos buscando información sobre una película, un libro o un lugar concreto que vayamos a visitar, mediante este sistema encontraremos más información y de una forma más completa.

A la velocidad a la que va Internet, muchos se preguntarán hacia donde va esta herramienta comunicativa. En un estudio realizado por la empresa Pew Internet sobre el futuro de Internet, los resultados a los que han llegado se podrían dividir en cinco bloques:

1. Google cambiará la forma de pensar: como ya se ha dicho anteriormente, la búsqueda de respuestas a nuestras preguntas serán más directas.

2. El lenguaje cambia: hasta ahora hemos empleado en internet abreviaturas, emoticonos o símbolos un poco extraños. Con esta nueva versión se hará más hincapié en el inglés.

3. Los expertos de internet siguen haciendo falta: a día de hoy, hay empresas y profesionales que viven exclusivamente de internet y son quienes mejor conocen cada uno de los rincones de la red. A través de ellos, las compañías sabrán cuales son los mejores caminos a seguir gracias a estos expertos.

4. El movimiento de la información: como viene sucediendo, Internet será un mundo sin límites. La información circulará con la ayuda de herramientas que ya existen o que se generarán a partir de ahora. A pesar de todo, los internautas seguirán confiando en su entorno más cercano.

5. Público o privado: ¿qué es lo mejor?: es el eterno dilema desde que nació internet. La mayoría que respondieron a las encuestas para el estudio afirman que seguirá siendo uno de los grandes debates.