Ha sucedido en el 2010

Tan sólo quedan poco más de una semana para que el 2010 se acabe y demos la bienvenida a un nuevo año. Y la verdad es que estos doce meses han sido bastante movidos tanto en lo político como en lo cultural o lo deportivo.
El 2010 comenzó con la «presidencia» de España en la Unión Europea. Llegó el famoso «acontecimiento planetario» que anunció Leire Pajín y que pasó sin pena ni gloria.

Y ya desde el primer momento fuimos el hazmerreír de nuestros vecinos de Europa cuando un hacker pirateó la web y puso a Mr Bean en lugar de Zapatero. Y para más inri Obama pasó de nosotros ostentando dicha presidencia.
Pero hay que reconocer que este no ha sido el año de Zapatero, y que demuestra que es el peor presidente de la democracia. A pocos días de terminar el año, hay casi cinco millones de parados, les quita el subsidio de desempleo, hay una congelación de las pensiones, una reforma laboral que le costó una huelga general en septiembre, el recorte del sueldo de los funcionarios en un 5%, el fin del cheque bebé y, como colofón el desplante de los controladores aéreos en el inicio del puente de diciembre que dejó a mucha gente en tierra. Esto llevó a que decretaran el estado de alarma y que han prolongado hasta enero del año que viene. Desde principios de diciembre, Zapatero está desaparecido y no da explicaciones de nada. Es Rubalcaba el que debe dar explicaciones. Eso sí, mintiendo. Cómo viene siendo habitual. Cuando los medios de información le preguntan acerca del tema, éste dice que va a dar una rueda de prensa diaria. Gallardón le pregunta si es verdad que va a dar una rueda de prensa diaria y el vicepresidente, ni corto ni perezoso, le dice que no. Una vez más demuestra que es el político que miente con más sinceridad.

En el plano internacional, tampoco es que mejoremos. Los máximos dirigentes europeos sólo se le acercan para saludarlo, él no se acerca a nadie, y en las fotos de familia queda relegado a una esquina.

No llevabamos ni dos semanas de enero y vimos como un suceso nos horrorizaba a todos: el terremoto de Haití. Miles de casas destrozadas, cientos de muertos y heridos y un país que ha acabado en la ruina. Y por si fuera poco, ahora padecen una enfermedad que, ojala, puedan superar satisfactoriamente: el cólera.
En el panorama judicial, hemos sido testigos de la suspensión de Baltasar Garzón como juez de la Audiencia Nacional por presunta prevaricación en lo que se refiere a los crimenes del franquismo, escuchas ilegales en la trama Gürtel y por cohecho.
En enero también nacía este blog. Surgió a raíz de una asignatura de mi carrera y, quien me lo iba a decir, casi un año después de su creación, todavía está en activo Esperemos que continúe por mucho tiempo.
Los medios de comunicación también han tenido su papel a lo largo de este año. En abril, la televisión analógica se hizo a un lado para dar paso a la TDT que, además de mejorar la calidad de la imagen de nuestros televisores, ha permitido que haya un amplio abanico de canales de televisión, siendo un paso más a la pluralidad informativa y de entretenimiento.
El mundo de la cultura también ha tenido sus partes buenas y sus partes malas. Lo negativo de este año ha sido la perdida de grandes nombres de la literatura, la televisión la música y el cine como Jordi Estadella, Miguel Delibes, Manuel Alexandre, Luis García Berlanga, Dennis Hopper, Tony Curtis o Enrique Morente. Pero mejor quedarse con lo bueno: Mario Vargas Llosa recibe el ansiado premio Nobel, Ana María Matute recibe el Cervantes, Eduardo Mendoza obtiene el premio Nadal y la película ‘Y también la lluvia’ es preseleccionada como película de habla no inglesa a los Oscars de 2011.
En los deportes, sobre todo en el fútbol, hemos hecho historia. Dos años después de que la Selección Española de Fútbol se proclamara como campeona de Europa, el 11 de julio de 2010 se corona como campeona del Mundial de Sudáfrica. Sin duda todos los aficionados al fútbol, y no tan aficionados, bailamos el waka waka con el gol de Iniesta en la final de Johannesburgo contra la selección holandesa. Ganó el buen fútbol y el trabajo de equipo y el susto que nos llevamos en el debut ante Suíza el 16 de junio ha quedado en el olvido. Durante unos días salimos todos a la calle para celebrar el triunfo.

Además de este hecho histórico, el Atlético de Madrid ganó la Europa League y la Supercopa de Europa, Alberto Contador ganó su tercer Tour, Rafa Nadal consiguió el Roland Garros, el Abierto de Estados Unidos y Wimbledon. La parte negativa se la lleva Marta Domínguez, que recientemente ha sido acusada de suministrar sustancias dopantes en la Operación Galgo.
En tecnología, los usuarios han ganado el pulso a la ministra de cultura, Ángeles González Sinde, ya que en la votación de ayer su ley, conocida como Ley Sinde, se vino abajo y no recibió los apoyos necesarios para que saliera adelante.

Porque una imagen vale más que mil palabras: adiós, Berlanga

Y gracias por tus películas:

Ciudadano Kane

Un importante financiero estadounidense, Charles Foster Kane, dueño de una importante cadena de periódicos, de una red de emisoras, de dos sindicatos y de una inimaginable colección de obras de arte, muere en su fabuloso castillo de estilo oriental, Xanadú. La última palabra que pronuncia al expirar es ”Rosebud”. El país entero y la prensa en general quedan intrigados por saber el significado de esta palabra. Para descubrirlo, un grupo de periodistas se pone a investigar…

En la película se intenta hacer una visión de la vida de Kane, enfocada de la misma manera que él podría haberla hecho: divagando sobre cómo hacer sensacional una noticia. Un sensacionalismo que quieren conseguir los periodistas cuando saben que la última palabra que ha pronunciado antes de morir es Rosebud, nombre que atribuyen a la de una posible amante.

Orson Welles ha conseguido unir casi todos los recursos cinematográficos existentes en la época, como la profundidad de campo (en la escena en el que su madre está hablando con unas personas y el de niño jugando fuera de la casa), las fotografías en claroscuro (consiguiendo hacer juegos de iluminación), escenografías techadas (nada común para la época), y el continuo movimiento de las camaras y uso de grúas como dollys (Grúa montada sobre un carro que permite la movilidad de la cámara.) y travellings (Desplazamiento de la cámara respecto al plano horizontal del suelo o verticalmente respecto al eje del trípode que sujeta la cámara), planos picados (la cámara se sitúa en un plano por encima de la altura de los ojos, también conocido como vista de pájaro) y los contrapicados  (la cámara se sitúa en un ángulo por debajo de la altura de los ojos, magnificando al sujeto. También conocido como vista de gusano). Otra cosa que consiguió fue romper con el esquema tradicional de la historia, ya que narra la historia  empezando por su muerte (utiliza el montaje invertido), contando  la noticia desde el final.

 

Premios recibidos:

– Aunque estuvo nominada para nueve  Oscars de la Academia (guión, película, director, actor principal, dirección artística, fotografía, música, sonido y montaje), sólo obtuvo un  galardón al mejor guión, siendo el único obtenido por Orson Welles a excepción del honorífico ganado en  1970.

 

Curiosidades de la película:

– Randolph Hearst (uno de los precursores de la prensa amarilla junto con Pulitzer), vio en ella una parodia de su propia vida.  Por eso, intentó comprarla  para que nunca se estrenara.

– Cuando al comienzo de la película nombran a los próceres americanos, el nombrado en segundo lugar es el magnate de la prensa Hearst.

 

Entretenida para un domingo por la noche

Con La pareja del año, Joe Roth (en la dirección) y Billy Crystal (guionista e interprete de la película), han querido hacer una pequeña sátira al mundo del cine visto desde bastidores, haciendo una mezcla divertida entre la farsa y la parodia y sin llegar al descaro.

La película comienza recordando un poco las películas que han hecho los dos actores juntos. Parece que todo va a ser igual a lo largo de los 100 minutos que dura la cinta, pero sucede todo lo contrario: a ella le dan sarpullidos al pensar que su ex va a estar allí donde ella vaya a estar, y a él como que le da exactamente igual que ella vaya o no.

Hay que reconocer que la película tarda un poco en “arrancar”: durante un buen rato, es un contínuo “yo no voy si el va” por parte de Gwen, el personaje de Catherine Zeta Jones, y hasta que no pasa un buen rato, la película no cobra un poco de sentido.

Pero a pesar de esto, es entretenida. Si no fuera por los actores, quizá le hubiera dado menos estrellas de las que tiene. El papel de hermana tímida y conciliadora que tiene Julia Roberts está bastante bien (a pesar de que es mi actriz favorita, tengo que reconocer que lo podría haber hecho algo mejor, pero tampoco lo ha hecho tan mal). Catherine Zeta Jones borda su papel de actriz narcicista a la que le importa bien poco (por no decir nada) lo que ocurre a su alrededor. Los personajes de John Cusack y Billy Crystal están bastante definidos y con la personalidad que ellos han aportado hacen creíbles a los protagonistas.

Aunque no sea la gran maravilla del mundo, es entretenida para pasar el domingo por la tarde.

Lo mejor de la película: la parodia que hacen del mundo del cine, y el novio cubano de la protagonista, que le da un toque de gracia.

Lo peor: Sobran algunos segundos del momento del «santuario» en el que está John Cusack al principio de la película, y algunas gracias del guía espiritual de allí.

 

Una de las peores películas de la historia

Lástima de siete euros que he invertido en la entrada. Si lo llego a saber no la compro. Esa es la conclusión a la que llegué anoche al salir de ver la película Híncame el diente. El nombre del largometraje ya lo dice todo.

Se trata de una crítica barata a todas las modas de masas que existen hoy en día. Unos vampiros que quieren ser como los protagonistas de la saga Crepúsculo, referencias a las idolos adolescentes de estos momentos, a los escándalos de los últimos tiempos…. Una película que más que ser una crítica a lo que ya he hecho referencia, se convierte en algo tedioso y previsible. Y si quieren sorprender suele ser para mal. Más de una vez se me ha pasado por la cabeza más de un ‘¿Y esto a qué viene?’.

Lo peor de la película no es sólo esto, que sólo es el principio. No se quien habrá escrito el guión y quien habrá sido el encargado de grabarla, pero no saben la diferencia entre un plano contraplano y un plano secuencia. Para más información, el plano contraplano es una construcción fílmica que permite al espectador convertirse en una especie de mediador invisible entre una interacción de miradas, un participante ficticio en la fantasía de la película. Por ejemplo percibe en una posición privilegiada el intercambio de afectos amorosos en Casablanca y el intercambio de disparos en El hombre que mató a Liberty Vallance, mientras que el plano secuencia es todo aquel plano cuya duración es igual a la de la secuencia que se está captando. En el plano secuencia no hay punto de corte desde que empieza hasta que acaba la secuencia, es una unidad en sí misma y está determinada por el espacio y el tiempo de la acción. Uno de los personajes confundió el plano contra plano con el plano secuencia. No es lo mismo.

A esto hay que sumarle algunos errores en los planos. Porque si en uno de ellos la protagonista está mirando al otro personaje, en el siguiente plano está mirando a otro sitio y en el siguiente tiene la misma postura que en el primero de ellos. No vendría mal que hubiera algo de continuidad en ese sentido.

En definitiva, es una película que deja mucho que desear por lo aburrida que era. Mejor me hubiera quedado en casa haciendo algo de más provecho.

Love is all around

Love Actually da comienzo en un aeropuerto, mientras una voz en off dice que siempre que está triste piensa en la zona de llegadas de un aeropuerto. Y a partir de ahí, conocemos una serie de historias cuyo denominador común es el amor, visto desde varios puntos de vista.

Así, asistimos al enamoramiento del primer ministro inglés con un miembro de su gabinete, el desgaste del matrimonio formado por Emma Thompson y Alan Rockmann; el amora que siente un padrino de boda con la mujer de su mejor amigo…

Según Richard Curtis, su director, tenía en mente contar muchas historias relacionadas con el amor, pero poco tiempo para poder filmarlas una por una. La solución que encontró fue fundirlas en un sólo largometraje. Y el resultado es esta película, un collage de diez pequeñas historias de amor protagonizadas por una amplia galería de personajes y cuyas vidas de entrelazan de alguna forma.

Y así, somos testigos de esas historias entre padres e hijos, amistades duraderas, jefes y empledos… Unas historias que se desarrollan en las semanas previas a la Navidad, y con la ciudad de Londres como escenario en la mayor parte de ellas (a excepción de la historia de Colin Firth que se desarrolla, en gran parte, en Marsella)

En definitiva, una gran película que me ha gustado en todos sus aspectos: interpretación, banda sonora, dirección…. De toda la película me quedo con dos escenas: una en la que estan Liam Nesson y su hijastro, y este le confiesa que está enamorado, y el momento en el que el padrino de boda le confiesa a la mujer de su mejor amigo que está enamorado de ella.

Los Simpson como ejemplo para los católicos

Aunque parezca una broma, no es nada del otro mundo. Esa es la conclusión a la que ha llegado el padre Francesco Occhetta tras analizar el capítulo de la sexta temporada titulado ‘Padre, hijo y espíritu invitado’. En él, Homer y Marge deciden matricular a Bart en un centro religioso. A partir de ahí, el jesuita ha realizado un estudio desde el pu to de vista religioso y antropológico.

«Los Simpson son de los pocos dibujos animados de gran difusión en los que la dimensión religiosa, el sentido de la vida y la pregunta sobre la existencia de Dios están siempre muy presentes» 

 

Esta es la conclusión a la que ha llegado el responsable del área de sociedad y derecho de la revista La Civittá Católica. Además, Occhetta afirman que hacen, en muchas ocasiones, referencias a la Iglesia y a Dios. ¿Quien no recuerda al piadoso vecino de los Simpson, Ned Flanders y su familia? En dicho capítulo también se realiza una pequeña sátira de la educación del catolicismo, pero sin malicia, algo que el sacerdote considera que se trata de la parte negativa de los Estados Unidos con respecto al cristianismo.

A pesar de todo, hay que decir que Los Simpson, con su parte positiva y su lado negativo, es una serie con humor. En cuanto a esa parte negativa de EEUU con respecto al catolicismo, creo que en la actualidad también se da en muchos sitios. Pero cada uno tiene el derecho de educar a sus hijos como considere oportuno. Da igual que se inculquen valores cristianos, judios o budistas. Son parte de nuestra cultura.

 

Adiós a un mito de la cultura española

Esta mañana el mundo de la cultura española se levantaba con la triste noticia de la muerte de uno de los grandes representantes de la cultura española: Manuel Alexandre. Con él desaparece toda una generación de grandes actoress (Fernando Fernán Gómez, Agustín González, José Luis López Vázquez…) que ha hecho del cine español todo un arte.

El actor, de 92 años, fue uno de los mejores secundarios y tiene a sus espaldas más de 300 películas, así como numerosas obras de teatro (Tres hombres y un destino, Luces de bohemia o Atraco a las seis), así como muchas series de televisión como Los ladrones van a la oficina o Fortunata y Jacinta.

Alexandre entró en el mundo de la interpretación tras ver a Fernán Gómez y debutó en los escenarios en 19445 y ocho años más tarde en la gran pantalla con Bienvenido Mister Marshall, (Luís García Berlanga). Con el director valenciano también trabajó en otras películas como Plácido, Los jueves, Todos a la cárcel y París Tombuctú.Otros títulos en los que ha participado son Calle Mayor, El año de las Luces, Extramuros y Madregilda.
Su extensa carrera profesional se ha visto compensada con la Medalla del Mérito de las Bellas Artes en 2002, el Goya de honor en 2003 y la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio en 2009.

Todo un clásico

Sinopsis
Don Lockwood es una estrella del cine mudo que un día conoce a Kathy Selden, una actriz desconocida que en esos momentos se dedica al teatro. Don y Kathy se enamoran y, paralelamente, se produce el cambio del cine mudo al sonoro a finales de la década de los 20, lo que suponía un cambio para los actores del momento. Muchos de ellos aparcaron su carrera en el septimo arte como consecuencia de su incapacidad para interpretar y hablar al mismo tiempo.

La película
Cantando bajo la lluvia es un claro ejemplo de lo que es hacer cine dentro del cine, convirtiendose en uno de los mejores musicales de Hollywood, consagrándose en un clasico del celuloide. Fue un gran éxito , lo que hizo que fuera la más taquillera en abril de 1952 (cuando se estrenó), y la decima ese mismo año. Al principio del largometraje hace una pequeña crítica a este mundo en el que caricaturiza que se pasean una y otra vez para dar paso a toda una historia de ascenso y sueños hechos realidad a costa del sacrificio.

En ella podemos ver como Gene Kelly y el resto de personajes se enfrenten al gran reto de la transición del cine mudo al sonoro (forma de expresión del cine del futuro) con una sonrisa.

Stanley Donen y Gene Kelly
Stanley Donen, junto a Gene Kelly, consiguen hacer una de las mejores películas de la historia del cine. Con ella quiere descubrir todos los trucos del séptimo arte. Podría decirse que es una visión un tanto personal de las dificultades del mundo del espectáculo, y más concretamente de esa transición del cine mudo al sonoro.

Los actores
Gene Kelly: a lo largo de la película, consigue bordar el papel protagonista, haciendo que brille con luz propia gracias a su brillante interpretación. La escena que destacaría de él sería la más famosa de la película, en la que canta la famosa canción: Singin’ in the rain, después de dejar a la chica en su casa. Como curiosidad de ese momento, hay que decir que el día en que se grabó el baile bajo la lluvia, Kelly estaba enfermo (40 de fiebre). Se le ofreció realizar otro baile y eliminar el de la lluvia, pero se opuso al cambio.
Donal O’ Connor: su papel es bastante simpatico, dinamico y fluido. Esa fantastica interpretación es insuperable, y muy difícil de conseguir.
Debbie Reynolds: acompaña los bailes de una forma muy lograda, y junto con los otros dos actores hace que se consiga un equilibrio perfecto entre la coreografia y la trama. Esa combinación hace que la película no se haga pesada (a lo mejor en otros casos eso hubiera conseguido ese efecto).

Ilusiones de un cómico ambulante

El viaje a ninguna parte (1986) narra la historia de un grupo de hombres y mujeres a los que se les llamaba «cómicos de la lengua» durante la España de la posguerra. A lo largo de su interminable viaje, su trabajo se entremezcla con el amor, los problemas económicos con los familiares o el hambre con el triunfo soñado.

Todo el largometraje es la historia de la vida de un hombre llena de ilusiones, y que acabará con un final bastante trágico, pero aún así se podría decir que es una obra triste y bonita.
La película es una de las más conocidas de Fernando Fernán Gómez como director (además de participar como guionista y como actor en uno de los papeles principales) y que arrasó al año siguiente en la primera edición de los premios Goya.
La historia es un continuo flashback, ya que al principio de la película, Carlos Galván (interpretado por José Sacristán) ya mayor y en un asilo, va recordando su vida, y la de su compañía, como comediante y buscándose la vida como podían: de pueblo en pueblo y de batacazo en batacazo, leyendo unos guiones que ellos mismos iban retocando a partir de una serie de obras.
Podría decirse que no sería una gran película sin la interpretación de los actores, encabezado por el propio Fernán Gómez y de José Sacristán, María Luísa Ponte o Agustín González, haciendo que sean inolvidables.