Belén Esteban: tu vida no me importa

Desde hace una década la mayoría de las personas que van a los platós acuden porque son familia, amigos o conocidos de algún famoso que cuentan las miserias de esa persona conocida. Pero muchos lo hacen una o, a lo sumo, dos veces.

La única persona que ha sabido aprovecharse del filón mediático es Belén Esteban.

Todos la conocímos cuando empezó a salir, allá por los años noventa, con el torero Jesulín de Ubrique. Por aquel entonces, esa chica joven y tan mona, era bastante tímida y prefería mantenerse en un segundo plano. Pero todo cambió cuando esa «¿historia de amor?» llegó a su fin. A partir de entonces, la conocida como «princesa del pueblo» dio un cambio radical. No sólo a la hora de hablar, sino también en lo físico.

Tras la relación entre ambos, Belén Esteban se paseó por los platós de las principales cadenas de televisión nacionales hablando todo lo que pudo sobre su ya ex familia política. Y ésta, para no ser menos, entró en el trapo.

No había semana en la que no apareciera en un programa o fuera portada de alguna revista del corazón. Todo el mundo estaba intrigado en saber qué iba a decir sobre el padre de su hija y su familia. Y tán solicitada está, que incluso llegó a dar las últimas campanadas de Nochevieja. Ramón García ya ha pasado a la historia.

Dicen por ahí que su simpatía y naturalidad ha cautivado al público. Eso, o que la cadena de televisión en la que trabaja da lo que haga falta por el morbo, la grosería y el mal gusto por un poco de audiencia.

A lo largo de este tiempo no sólo ha contado las miserias que ha querido del torero y su familia. También ha relatado las suyas propias y las de su hija, hasta tal punto que en septiembre del año pasado el defensor del menor solicitó que la investigaran, ya que consideraban que se estaba lucrando de la menor.

Por si fuera poco, hay dos hechos ocurridos hace pocos días que me sorprenden y para mal:

La primera de ellas es que la Ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, ha manifestado su simpatía hacia ella. Incluso cree que sería buena idea que se hiciera una película sobre Belén Esteban. Resulta curioso que alguien que ostenta la cartera de Cultura haga tales declaraciones, cuando el panorama cinematográfico actual está en decadencia.

La última se produjo durante su aparición en el programa en el que participa dando una clase de historia. Aunque eso es lo que ella cree, porque no sabía nada de la Edad Media, la Moderna y la Contemporánea. Parece mentira que tal y como está la educación en nuestro país, con el nivel de fracaso escolar y de incultura, ella se atreva a hacer algo así. Y más en horario infantil. Y si no, juzguen ustedes mismos con el siguiente video:

Llegados a este punto, podría considerar que Belén Esteban no resulta un buen ejemplo por su forma de hablar y las «informaciones» que da sobre su vida.