Rubalcaba y la lucha contra el terrorismo

Sin duda la lucha contra ETA en España es una de las grandes preocupaciones de los gobiernos desde que la banda terrorista empezó sus andanzas hace cincuenta años.

A lo largo de este medio siglo, han sido miles los muertos y víctimas de los atentados de este grupo criminal. Y muchas han sido las treguas desde que estamos en democracia.

Desde que el actual ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, es titular de esta cartera, los esfuerzos porque la lacra del terrorismo desaparezca, han sido constantes. Cuando llegó al ministerio en abril de 2006, ETA llevaba un mes con un alto al fuego indefinido que rompieron esas navidades con el atentado de la T4 en el que murieron dos personas. De hecho un día antes del crimen, el 29 de diciembre de 2006, el presidente del Gobierno, José Luis Rodriguez Zapatero aseguró que ‘dentro de un año estaremos mejor que hoy‘, refiriéndose a la situación de la banda. Nadie imaginaba que un día después, la T4 sería objeto de un atentado, muriendo dos ecuatorianos.  Cuatro días después, el ministro del Interior afirmaba que el proceso de paz estaba roto y que no se han cambiado las leyes ni la cooperación con Francia en la lucha antiterrorista.

En septiembre de 2007 se produjo un duro golpe contra la banda terrorista cuando fueron detenidos en Francia cuatro miembros de ETA que habían participado en varias de las actividades importantes de la banda en el país galo. Rubalcaba ya confirmó que se llegó a la casa de los detenidos gracias a los datos encontrados tras la detención en julio de ese año del etarra Antonio Araníbar. Esa casa era el centro de operaciones en las que se organizaban las principales actuaciones de la banda.

Dos días antes de las elecciones del 9 de marzo de 2008, ETA finalizó la campaña electoral asesinando al ex concejal del PSE Isaías Carrasco en Mondragón (Guipúzcoa). Por segunda vez consecutiva, las elecciones generales se teñían de negro. Los partidos políticos suspendieron los actos que tenían previstos para cerrar la campaña, reuniéndose en el Congreso de los Diputados para redactar un comunicado conjunto para mostrar su rechazo al atentado.

En diciembre de 2009, tanto Rubalcaba como Rodolfo Ares, consejero de Interior, aseguraron que ETA estaba en una situación de debilidad, aunque la banda necesita demostrar ante sus simpatizantes que todavía existe mediante una serie de atentados. De hecho, en verano de ese año mataron a dos guardias civiles en Mallorca y estallaron un coche con una bomba lapa en la localidad mallorquina de Calvá.

Esta madrugada, han sido detenidos el jefe militar de ETA y dos de los miembros de esta banda en Bayona (Francia) y unos minutos más tarde han arrestado a un cuarto terrorista, Benoit Aramendi, en la localidad de Urrugne, lo que supone un manotazo al terrorismo. En dos años se han desarticulado seis veces a la cupula de la banda terrorista.

Sin duda, el hecho de  que se desarticule la cúpula terrorista es una buena noticia para la sociedad española. Pero cabría preguntarse cuanto tiempo va a pasar para que los terroristas tengan unos nuevos líderes. Porque, aunque se desarticulen muchas veces, la banda terrorista se irá regenerando e irá planeando atentados y asesinatos. Desde que Rubalcaba está en el Ministerio del Interior, se han desarticulado seis cúpulas pero también han muerto once personas.

Quizá sea el momento de que el Gobierno habrá más frentes para la lucha contra el terrorismo, si de verdad quiere que ETA desaparezca. Y, aunque esta lucha contra el terrorismo no es cuestión de ideologías, quizá deban escuchar a voces más cualificadas que puedan ayudarles.